Una lluvia de elecciones cambiará el semblante mundial

Una lluvia de elecciones cambiará el semblante mundial

Una lluvia de elecciones cambiará el semblante mundial

 

 

Este 2024, por primera vez en la historia, cerca de 70 países (o sea, unos 4.000 millones de habitantes, la mitad del planeta) concurrirán a las urnas para elegir a los mandatarios que los gobernarán en los próximos años. 

Este 2024 será un año de grandes cambios. Habrá elecciones en la primera economía mundial, Estados Unidos, y en países gigantes como Rusia, cuyo territorio abarca nueve husos horarios de manera que cuando cierran las mesas electorales, a las 6 de la tarde, en Kamchatka (extremo Este), recién las abren en Kaliningrado, a las 8 de la mañana. También se votará en pequeñas islas como Tuvalu con menos de 12.000 personas y en democracias hiperpobladas como la India, donde, a lo largo de varios días, votarán 900 de sus 1.430 millones de habitantes.

Toda la diversidad de las democracias se pondrá en juego este año. En algunos países hay sistemas indirectos (se vota a los legisladores y éstos, a los mandatarios) y son de reelección ilimitada como Portugal y Bélgica (república y monarquía parlamentaristas, respectivamente). Existen otros, como EE.UU., también de estilo indirecto (por colegio electoral), cuyo sistema es tan enrevesado que puede darse el caso de que gane la presidencia el candidato que menos votos nominales ha obtenido, como sucedió con Donald Trump.

Habrá, finalmente, elecciones en repúblicas presidencialistas —acaso el modelo más democrático, ya que el ciudadano elije a sus representantes sin intermediaciones— como son los casos de México (cuya Constitución no contempla una segunda vuelta) o en el también superpoblado Indonesia, donde sí hay balotaje.

Este festival de urnas y papeletas, de campañas proselitistas y programas de gobierno (supuestamente para las mayorías) ¿hablan realmente de una democracia vigorosa? La brutal concentración de la riqueza en cinco hombres, lo que el estadounidense Bernie Sanders llama la “oligarquía global”, pone en duda esa afirmación. En los últimos tres años, según acaba de informar la organización Oxfam en el Foro de Davos, mientras estos cinco duplicaban su riqueza, cerca de 5.000 millones de personas veían reducir su poder adquisitivo y crecía el hambre.

En ese contexto social y en medio de un proceso irreversible de transición hegemónica, se sucederán decenas de comicios que determinarán el futuro del mundo. Entre los más decisivos están, sin dudas los de EE.UU. y Rusia.

Luego de un largo proceso de elecciones primarias, el 5 de noviembre los estadounidenses elegirán presidente seguramente entre los dos clásicos partidos mayoritarios el Demócrata y el Republicano, ya que el sistema expulsa a terceros. Solo tres apostillas: 1) el actual presidente demócrata, Joseph Biden, quiere la reelección pero, dado su deterioro, no es todavía seguro que vaya a competir, lo que sería una rareza en la historia electoral del país; 2) el republicano Donald Trump busca volver a la Casa Blanca y 3) Robert F. Kennedy Jr. (hijo y sobrino de dos íconos demócratas, del senador Bob y del ex presidente John Fitzgerald, ambos asesinados) ha sido raleado por su propio partido. Según los rumores, por temor a que le haga sombra a Biden. Se presentará, entonces como independiente.

La incertidumbre sobre qué sucederá en la Casa Blanca y, por el contrario, la certeza de que el actual presidente ruso, Vladimir Putin, continuará en el Kremlin tras su reelección el próximo 17 de marzo, confirman la percepción de que el orden unipolar ha terminado y uno nuevo —no occidental— liderará el mundo. Según la agencia española EFE, 79,9% de los rusos encuestados aseguraron, en diciembre 2023, que votarían a Putin.

Lejos de lo que EE.UU., la Unión Europea y la OTAN preveían a partir de la guerra en Ucrania, Rusia revalorizó su posición mundial en todas las variables. Para 2022, los occidentales auguraban 30% de caída en el PIB ruso; una inflación de 50% y la desvalorización del rublo en 100%. Según el think tank norteamericano Rand Corporation, esto provocaría insurrecciones internas contra Putin e incluso revueltas separatistas que fragmentaría a Rusia en varios países. Pero el PIB ruso creció 3,5% en 2023, aumentaron los salarios el 8%, cayó el desempleo un 3% y, como se dijo, la popularidad del presidente es altísima.

Putin —que gobierna alternando su cargo de presidente con el de primer ministro desde el inicio del siglo XXI— se presenta como independiente, respaldado por el oficialista Frente Popular de Toda Rusia. Según la ley, un candidato debe reunir 300.000 firmas para poder presentarse como independiente. Putin juntó más de dos millones.

En cuanto a Ucrania, debería haber comicios el próximo 31 de marzo ya que el presidente Vlodomir Zelensky cumplirá cinco años en su cargo. La Constitución ucraniana permite una sola reelección, pero prohíbe llevar a cabo comicios bajo la ley marcial, situación en la que el país se encuentra actualmente.

BRICS

De los cinco socios originales de los BRICS, tres tienen elecciones: Rusia, India y Sudáfrica. Estos dos últimos con sistemas parlamentarios heredados de la colonización británica. Los candidatos indios con mayor chance son Jagat Prakash Nadda (del derechista y nacionalista Partido Popular Indio, desde hace diez años en el poder con el actual premier Narendra Modi y un programa económico neoliberal) y Rahul Rajiv Gandhi, nieto de la ex primera ministra Indira Gandhi, representando al Partido del Congreso Nacional Indio.

En el escenario sudafricano, los legisladores tendrán la opción de volver a elegir al actual presidente Cyril Ramaphosa del Congreso Nacional Africano, a John Steenhuisenel, del principal partido opositor Alianza Democrática o a Julius Malema del partido de extrema izquierda Luchadores por la Libertad Económica.

Uno de los resultados más esperados será el de la Unión Europea. Los 27 países elegirán proporcionalmente los 705 asientos de la Eurocámara, órgano que elegirá, a su vez, al presidente de la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE con sede en Bruselas. Lamentablemente, los últimos sondeos indican que los grupos de derecha neoliberal y ultraderecha obtendrían la mayoría de los sufragios.

Habrá votaciones también en muchos otros países entre ellos Indonesia, Finlandia, Argelia, Irán, Lituania. Azerbaiyán, Islandia y Ghana.

América latina

En los primeros días de febrero, en El Salvador, Nayib Bukele, buscará ser reelegido apelando a una lectura constitucional nueva.  La Constitución de la pequeña nación centroamericana no permite la reelección, pero una reinterpretación del artículo 152 de la Carta Magna, a cargo de constitucionalistas elegidos por la Asamblea Legislativa, dictaminó que sí podría hacerlo si técnicamente no ostentaba el poder al menos seis meses antes de que comience el nuevo período. Bukele renunció como presidente en noviembre de 2023 para poder presentarse. 

Todo indica que el partido oficialista salvadoreño Nuevas Ideas triunfará cómodamente. Frente a una oposición muy fragmentada que sumada apenas el 10% de preferencias, las encuestas dan a Bukele 61% de votos. Los salvadoreños están satisfechos por las medidas económicas y las polémicas normas de seguridad de su gobierno contra la delincuencia y las maras, con construcción de muchas cárceles donde se han registrado numerosos asesinatos, según han denunciado organismos de derechos humanos. Pero según el Gobierno, la tasa de criminalidad bajó de 106 homicidios cada 100.000 personas en 2015 a 8 cada 100.000 en 2022.

Además habrá elecciones en Panamá, República Dominicana y Uruguay, donde el Frente Amplio buscará dar pelea para volver al Gobierno, y despiertan gran expectativa las que habrá en México y Venezuela. 

A pesar de su alta popularidad, el mexicano Andrés Manuel López Obrador, por ley, no puede competir por un nuevo mandato. La científica Claudia Sheinbaum, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y ex alcaldesa de la capital mexicana, es la candidata elegida para sucederlo. Ella representará a la coalición oficialista “Sigamos haciendo historia”, compuesta por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México.

Su principal rival es la empresaria y exsenadora Xóchitl Gálvez del conservador Frente por México (que incluye a los partidos de la derecha tradicional de México). Gálvez se viste con ropas tradicionales y se reconoce como descendiente de los pueblos originarios. Las elecciones serán el próximo 2 de junio. Según las encuestas, por el momento, Sheinbaum obtendría 41% de los votos frente a 35% para Gálvez. Alrededor de 20% de los electores aún no ha decidido su sufragio.

Finalmente, las elecciones en Venezuela están llenas de interrogantes. Aún no tiene fecha ni postulantes confirmados. La oposición, desafiante, insiste en presentar una candidata, María Corina Machado, inhabilitada para desempeñar cargos políticos por la Controlaría General, desde hace ya varios años. Fallo que días atrás fue confirmado por el Tribunal Supremo. Tampoco está claro aún si el actual presidente Nicolás Maduro, quien ante la insistencia opositora dio por «herido de muerte» el proceso que había negociado, se va a presentar a un tercer mandato.

En medio de guerras, procesos inflacionarios y disputas entre las grandes potencias se abren paso esta nueva etapa eleccionaria. El desafío es enorme. Un año intenso después del cual el mundo, probablemente, ya no sea el mismo.