Marcos Goulart, parte del legado de “Jango” Goulart arraigado en Uruguay

“Mi abuelo, a pesar de ser propietario de muchas tierras en Brasil, siempre fue muy humilde y trabajó en favor de los trabajadores”

Marcos Goulart, parte del legado de “Jango” Goulart arraigado en Uruguay

Marcos Goulart, parte del legado de “Jango” Goulart arraigado en Uruguay

por Redacción

en Cultura

“Mi abuelo, a pesar de ser propietario de muchas tierras en Brasil, siempre fue muy humilde y trabajó en favor de los trabajadores”

 

Uno de los nietos del reconocido político brasileño João Goulart es Marcos Goulart, un emprendedor por naturaleza, amante de la cocina, que mantiene intacto el legado familiar de su abuelo en materia de constancia y lucha por los objetivos en la vida. Dueño fundador del restorán La Carola, cuenta a La Mañana los orígenes del mismo, el presente y futuro, y repasa el legado que dejó su abuelo en Brasil y en su familia.

Marcos Goulart es nieto del expresidente progresista brasileño João Goulart (Jango), quien fue derrocado y exiliado de su país en 1964 cuando lo presidía. Llegó a Uruguay ese mismo año, pasó primero por Montevideo y luego se radicó en Maldonado. Allí, su hijo João Vicente Goulart conoció a una uruguaya con quien se casó y se fue a Brasil.

En Porto Alegre, Rio Grande do Sul, nacieron nietos del expresidente brasileño, hijos de João Vicente, entre ellos, Marcos Goulart. En 1990, cuando Marcos tenía 10 años, sus padres decidieron separarse, por lo que su madre emprendió la vuelta a Maldonado. Crio a sus hijos en el departamento esteño, allí hicieron la escuela y la secundaria.

Cuando Marcos cumplió la mayoría de edad migró a Montevideo con el fin de estudiar periodismo y publicidad, aunque ya trabajaba en Maldonado desde los 16 años. Comenta que no llegó a conocer a su abuelo, ya que este murió en 1976 y él nació en 1980. Sin embargo, relata a La Mañana, en el trascurso de su vida siempre se habló de política, principalmente por parte de su padre, quien indujo a sus hijos en la materia.

João Vicente, padre de Marcos, siguió la carrera política en Brasil y actualmente es dirigente. A su vez, uno de sus hermanos, Christopher Goulart se desempeña como senador suplente, y en la última campaña política se radicó en el pueblo donde nació su abuelo, Sao Borja, a orillas del Río Uruguay.

“Mi abuelo, a pesar de ser propietario de muchas tierras en Brasil, siempre fue muy humilde y una de las figuras más importantes en la década de los 60’ y 70’, trabajando a favor de los trabajadores. Dejó su vida en el exilio, fue el único presidente que murió así. Esas ideas las heredó de Getulio Vargas, que era un progresista brasilero”, expresó Marcos.

Agregó no fueron menores todas las cosas por las que pasó y la humildad con la que llevó su vida. “Hay un legado que se mantiene vigente hasta hoy, ya sea por sus reformas agrarias, estatales, y eso, a su vez, fue lo que lo hizo caer en el gobierno”, sostuvo.

La Carola, un proyecto basado en la constancia

Marcos Vicente Goulart no eligió el camino de la política como fuente de trabajo. Ya con 16 años se empleaba en el rubro gastronómico durante la temporada de verano en Punta del Este. Contó que su primer trabajo fue en un parador de la Isla Gorriti y luego en hotelería. “Al principio lo tomaba como algo para hacer dinero por la temporada, pero me fui metiendo de a poco, hasta que me apasioné y cuando vine a estudiar a Montevideo mi sueño era tener un restorán”, relató.

En la capital conoció a Carolina, su esposa. Ella venía de familia gallega, marcada por antecedentes gastronómicos y de hotelería, y su mamá era cocinera en España. La combinación fue perfecta y surgió la idea de montar un emprendimiento. “Empezamos en la cocina, trabajando con la madre. Ella cocinaba, yo atendía las mesas y Carolina en la caja. Fue nuestro gran emprendimiento y ya pasaron 14 años”.

Marcos entiende que “pasaron todas las malas”, pero siguen “de pie”. “Creo que el secreto de esto es la constancia de todos los días, empezar de cero y seguir firme en el lugar de trabajo”, dijo.

Cuando comenzaron con el proyecto, en 2007, los locales de comida española no habían funcionado, o tenían poca vida y cerraban a pesar de sus buenas propuestas. Sin embargo, hoy el abanico de opciones es mayor, hecho que, según el entrevistado, se dio de la mano del retorno de los uruguayos que emigraron a España.

“Creo que el cariño que uno le pone es un diferencial para trabajar. No hemos delegado, prácticamente, ninguna función de importancia en el restorán. Siempre nos hemos puesto al hombro las cosas. Priorizamos mantener las recetas originales de la madre de Carolina. No somos muy cambiantes en la carta porque con el tiempo nos dimos cuenta que nuestro diferencial era, más que nada, la comida del norte de España”, explicó.

Esas recetas son las que le dieron larga vida al negocio. Es destacado por la preparación del arroz, por las paellas, las tortillas, las croquetas, la cazuela de pescado. “Hay platos que no se van nunca de la carta porque son de los más solicitados”, agregó Marcos.

Aseguró que con el tiempo han aprendido de otras personas que han ido a cocinar. “De a poco fuimos mejorando o agregando cosas para que no sea solo pescados y mariscos”, contó. “El público uruguayo opta mucho por la pasta, por ejemplo, entonces la incorporamos pasta a través de un mozo italiano que nos enseñó una receta. Hacemos pasta super artesanal”.

El entrevistado recalcó la importancia de mantener los orígenes en la cocina y el local boutique, pero también sueña con poder ofrecer los platos de forma express, es decir, un espacio más pequeño donde se ofrezcan los productos premium con llegada a todos los barrios, no como restorán, sino como take away. O, también, en góndolas de supermercados. 

Impulso de lucha para seguir adelante

Marcos indicó que “hizo bien un cambio de gobierno”, y que se tienen expectativas en cuanto a lo laboral. Sostuvo que la temporada viene siendo bastante buena a pesar de los pormenores de la pandemia. “Como ciudadano y empresario estoy contento y me siento seguro. Se nos ha considerado como sector y somos agradecidos por eso, obviamente se han perdido fuentes laborales, pero, de a poco, este sector tomará más fuerza”, dijo.

Su restorán debió reinventarse para poder pagar cuentas en los momentos más críticos. “Algo que no dejó de funcionar fue la UAM, porque la industria de los alimentos nunca para, en la mayor de las crisis las personas comen y eso fue el salvataje nuestro. El acceso a la UMA fue lo que nos impulsó y ayudó a hacer un reparto de fruta agregando productos nuestros”, recordó.

Entiende que, sin querer, crearon un nuevo emprendimiento que lo llevan en paralelo al restorán. “Para nosotros fue difícil, pero con creatividad salimos adelante y no dejamos nunca de trabajar”, señaló el empresario. Dijo que está conforme con la coalición de gobierno y que están dando lo mejor. “Se salió de las malas y se pensó en los sectores más afectados, ahora nos queda empujar a todos y sacar el país adelante”.

Jango en tres actos

A través de una invitación de la televisión del Senado brasileño, Marcos pudo participar de la creación de un largometraje llamado “Jango en tres actos”, en el que se retrata la vida de su abuelo en tres etapas: la infancia, su gobierno y el exilio. “Participé y tuve la posibilidad de contactarme con personalidades uruguayas que tenían conocimiento o tuvieron algún acercamiento a Goulart en aquella época, e hicimos una serie de entrevistas con personajes políticos uruguayos”, contó.

Explicó que se hizo una recorrida en Montevideo, en la que entrevistaron a figuras como Carlos Julio Pereyra, Rafael Michelini, entre otros testimonios vivos de lo que ocurrió en esa época. “Recorrimos Uruguay, fuimos a São Borja y también a Argentina. Mi abuelo falleció en un campo que tenía en Mercedes, Corrientes, Argentina, y nos dirigimos a entrevistar a las personas que trabajaban en ese campo”.

Luego ese material fue editado, transcurrieron unos dos años y Marcos fue parte del lanzamiento de la película con subtítulos en español en Cinemateca, con presencia del embajador de Brasil, la abuela y el padre.